miércoles, 25 de febrero de 2009

Achaques derivados del estrés provocan una de cada cuatro consultas en centros de salud



Entre el 20 y el 25 por ciento de las consultas de Atención Primaria están protagonizadas por pacientes que acuden de forma regular por síntomas somáticos, que generalmente manifiestan el estrés ante acontecimientos vitales adversos a través de síntomas físicos, según informó la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) durante la presentación del IV Curso de Formación Continuada en Trastornos del Ánimo.
Estos pacientes son conocidos como 'hiperfrecuentadores' por utilizar los recursos sanitarios diez veces más que el resto al hacerlo "de un modo injustificado o excesivo". La situación más habitual es la de un paciente que se queja siempre del mismo dolor y al que, a pesar de hacérsele muchas pruebas, nunca se le llega a diagnosticar una dolencia orgánica.
Los expertos aseguran que, para ser considerado somatizador, tienen que padecer un mínimo de cuatro síntomas relacionados con el dolor (de abdomen, dorso, articulaciones, extremidades, recto, etc.); molestias gastrointestinales (al menos dos síntomas diferentes al dolor: náuseas, vómitos, diarrea, intolerancia alimentaria); síntomas sexuales (al menos uno: disfunción eréctil o eyaculatoria; menstruación irregular y polimenorrea) y síntomas pseudoneurológicos (al menos uno, como pueden ser mareos).
Para el miembro de la Unidad de Psiquiatría del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, Javier García Campayo, los somatizadores son personas que tienen enfermedades psiquiátricas, principalmente ansiedad y depresión, pero que las expresan en forma de síntomas físicos. "El paciente está convencido de que tiene una enfermedad física y demanda pruebas complementarias para hacer desaparecer sus síntomas", aseguró.
El uso continuo de los servicios sanitarios por parte de estos pacientes supone un gasto considerable para el Sistema Nacional de Salud (SNS) debido a la solicitud de pruebas complementarias y al consumo del tiempo y del esfuerzo de los facultativos. En este sentido, este experto advirtió de que "los hiperfrecuentadores suponen el 10 por ciento del gasto sanitario total de un país desarrollado, sobre todo por el impacto en el tiempo de dedicación de los profesionales y las pruebas complementarias".
Por ello, una gestión adecuada en el abordaje y tratamiento de los hiperfrecuentadores pueden reducir de forma considerable el gasto sanitario. "Aparte de mejorar su calidad de vida, las intervenciones adecuadas consiguen disminuir el gasto sanitario entre un tercio y la mitad", añadió.
LA SOMATIZACIÓN DE LOS HIPOCONDRÍACOS
Dentro de los somatizadores también hay otros grupos como los hipocondríacos, que muestran un miedo y preocupación exagerada ante la posibilidad de desarrollar una enfermedad grave y que solicitan pruebas y exploraciones y cuya incidencia en Atención Primaria es del 2 por ciento.
También hay pacientes que se quejan de un dolor intenso que no puede explicarse completamente por un proceso psicológico o somático (trastorno por dolor somatomorfo) y otros que presentan síntomas físicos pseudoneurológicos consistentes como parálisis, ceguera y confusión (trastorno por conversión).
Los especialistas coinciden en que gran parte de los hiperfrecuentadores también acuden a consulta debido a motivos de problemática social. "Muchas personas, sobre todo ancianos, no tienen una red social (familia, amigos) y esto hace que la con los profesionales sanitarios", explicó García Campayo. En todos ellos, la inexistencia de tratamientos biológicos específicos hacen que el abordaje psicosocial del paciente sea la variable más utilizada. El doctor José Ángel Arbesu, coordinador de Salud Mental de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), afirmó hoy de que "el tratamiento se basa en una escucha activa, exploración física del paciente y, si son necesarias, pruebas complementarias y técnicas de psicoterapia.

viernes, 20 de febrero de 2009

La dieta del deportista, mejor sin cerveza!!



La Federación Española de Medicina del Deporte desaconseja que los deportistas consuman cerveza como parte de su dieta porque, hasta el momento, "no se ha demostrado" que este producto pueda beneficiar su salud y sin embargo, sí está comprobado que, como cualquier bebida alcohólica, puede empeorar su rendimiento y recuperación.
Este es el mensaje lanzado hoy por el doctor Pedro Manonelles, secretario general de esta federación, quien recordó que el alcohol, en pequeñas o grandes cantidades, "afecta significativamente tanto el rendimiento como la recuperación del deportista" y que "no está demostrado" que la cerveza tenga efectos en la mejora de la salud.
"Cualquier cifra de alcohol afecta significativamente tanto el rendimiento como la recuperación del deportista", recalcó el doctor Manonelles, respondiendo así a las noticias difundidas en los últimos meses en relación a los supuestos beneficios del consumo de cerveza en la recuperación de un deportista.
"Pequeñas cantidades de alcohol --a partir de 0,2 gramos de alcohol por litro de sangre-- tienen efecto sobre las funciones neuropsicológicas. El deporte precisa la total integridad de todos los sistemas orgánicos, por lo que cualquier cifra de alcohol afecta el rendimiento y recuperación del deportista", insistió
El consumo de alcohol, en cualquiera de sus variantes, influye negativamente en el rendimiento, la fuerza y la coordinación. El etanol, presente en este tipo de bebidas, afecta al sistema nervioso, pudiendo provocar euforia y una mayor fuerza en un primer momento, pero siempre un efecto depresivo al final, reduciendo las capacidades del individuo y sus reflejos ante cualquier situación.
Tampoco está probado que el alcohol, aunque sea en cantidades de cerveza mínimas, tenga efectos beneficiosos en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Por contra, sí se sabe que actúa como diurético y puede propiciar la aparición de cuadros de deshidratación durante la práctica deportiva y una mayor pérdida de vitaminas y minerales esenciales, como el potasio, magnesio, fósforo y calcio.

viernes, 13 de febrero de 2009

Hablar con los bebés les ayudará a usar más palabras



Dirigirse y realizar gestos a los bebés de alrededor de 14 meses podría ayudar al desarrollo de su vocabulario unos años después, según un estudio de la Universidad de Chicago en Estados Unidos que se publica en la revista 'Science'. Los descubrimientos sugieren una explicación parcial por la que los niños de estratos socioeconómicos más bajos tienden a tener vocabularios más reducidos que los niños de niveles socioeconómicos más altos.
Estudios previos han indicado que este efecto está asociado a cómo los padres hablan al niño. Ahora, el equipo de investigadores de Meredith Rowe y Susan Goldin-Meadow muestra que la forma en la que los padres se dirigen con gestos a sus hijos también parece afectar al vocabulario del niño.
Los investigadores grabaron en vídeo a niños con 14 meses de edad de familias de una variedad de niveles socioeconómicos y registraron las palabras y gestos que se producían en la interacción entre padres e hijos. Después, cuando los niños tenían 4,5 años, los investigadores evaluaron su vocabulario.
Los resultados indicaron que el hecho de que los niños de niveles económicos superiores tuvieran vocabularios más amplios a los 4,5 años de edad podría explicarse en parte por el uso de los gestos de los niños a los 14 meses, lo que a su vez alude al uso de los gestos de los padres cuando los niños tenían esta edad.
Los autores indican que los gestos son una habilidad que los niños desarrollan pronto, antes de que aparezcan diferencias en el vocabulario, y que por ello podrían ser un buen foco de intervención si una investigación posterior muestra que una mayor gestualización conduce a ganancias en el vocabulario a inicios de la infancia.

viernes, 6 de febrero de 2009

Jugar al 'paintball' puede provocar "devastadoras" lesiones oculares



Jugar al 'paintball' puede producir graves lesiones en los ojos, especialmente cuando no se hace mediante la supervisión adecuada.
Así lo recogen los informes que presenta la revista 'American Journal of Oftalmology' recogida por otr/press.
"Las lesiones secundarias en los ojos causadas por los disparos a gran velocidad de los 'paintballs' pueden causar enormes daños en las estructuras oculares, a menudo vitales, y que pueden requerir intervención quirúrgica", explicó el doctor J. Kyle Alliman, del Bascom Palmer Eye Institute de la Universidad de Miami.
"Por desgracia, la pérdida visual suele ser permanente", dijo el doctor. Para llegar a esta conclusión, Alliman y su equipo analizaron a 36 pacientes tratados después de haberse producido lesiones en los ojos en un 'paintball' entre 1998 y 2005, que eran principalmente hombres de una edad media de 21 años. Las lesiones eran casi todas muy graves, incluyendo la rotura del globo ocular en el 28 por ciento de los casos y el desprendimiento de retina en el 19 por ciento. En el 81 por ciento de los casos fue necesaria la intervención quirurgica, y algunos incluso llegaron a la eliminación del ojo. Además, la visión normal sólo fue recuperada en un 20 por ciento de los casos.
Todos los pacientes fueron heridos mientras practicaban el 'paintball' en lugares no recreativos y sin ningún tipo de ajuste, según explicó el doctor Alliman. Ninguna en un sitió que estuviera regulado, insistió el doctor. Además, todos los lesionados menos uno iban sin ningún tipo de protección en los ojos.
El riesgo existente para los ojos en este tipo de juegos siempre se ha sabido, por eso los que organizan de manera legal este tipo de eventos son conscientes de que es necesaria la protección. Los investigadores confían en que este estudio abra los ojos a mucha gente, y que tenga cuidado a la hora de practicar estos juegos, para lo que recomienda hacerlo siempre bajo la supervisión de un profesional, y con el equipo adecuado, que incluye la protección ocular. "La protección adecuada en los ojos puede prevenir el 97 por ciento de las lesiones", finalizó Alliman.