miércoles, 29 de octubre de 2008

Uno de cada tres casos de fracaso escolar está relacionado con problemas visuales

PREVENCIÓN DEL FRACASO ESCOLAR
Los últimos estudios realizados determinan que el fracaso escolar en España alcanza cifras "muy elevadas". Según un reciente informe de la revista Magisterio, el fracaso escolar en Cantabria es algo inferior a la media española y se sitúa en el 22%, la cuarta mejor cifra a nivel nacional, "aunque todavía peor que la de Italia".
En el inicio de este nuevo curso, los responsables del CNOO recuerdan a los padres que uno de cada tres casos de fracaso escolar está directamente relacionado con defectos de la visión que son fácilmente subsanables. "Si el sistema visual de un escolar o estudiante no funciona correctamente, su rendimiento académico necesariamente no puede ser bueno", indicó Labat.
Las anomalías visuales más comunes en los menores de dieciocho años, como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo, la ambliopía (ojo vago), las disfunciones binoculares y los problemas de acomodación (enfoque), redundan en un bajo rendimiento académico si no son convenientemente tratadas y corregidas.
Por ello los responsables del CNOO recomiendan que, aquellos estudiantes que se acerquen estos días a los establecimientos sanitarios de óptica, aprovechen para someterse a un análisis visual completo. Como norma general, recomiendan que los menores se sometan a exámenes visuales al menos con una periodicidad anual y desde muy temprana edad.
Los ópticos-optometristas advierten que algunos problemas de la visión como la miopía, la hipermetropía, el estrabismo, etc, afectan a uno de cada cuatro estudiantes. Así, un menor que no ve bien no podrá seguir las explicaciones de la pizarra, ni podrá leer y estudiar con comodidad, su comportamiento será distraído y le costará aprender las lecciones.
El Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas se muestra también preocupado por el aumento del número de miopes debido al esfuerzo que se dedica a las tareas de cerca, que cada vez son más (escritura, lectura, ordenador, televisión). Pero, ¿cómo detectar un indicio de problema visual en el niño o adolescente?. Por suerte las disfunciones visuales dejan a menudo pistas y son los padres y profesores los que deben estar atentos ante los primeros síntomas identificativos, explicó el Colegio.
TEST DE DETECCIÓN
Los responsables del CNOO presentaron hoy un test básico para la detección temprana de problemas visuales en los menores. Con esta iniciativa, pretenden ofrecer a los padres una herramienta con la que poder evaluar los indicios típicos de los trastornos visuales de sus hijos y que pueden afectar a su comportamiento y rendimiento académico.
Los indicios típicos de los trastornos visuales son un bajo rendimiento académico; escozor de los ojos; lagrimeo excesivo; frotarse los ojos o parpadear constantemente; cerrar o cubrirse un ojo; excesiva sensibilidad a la luz; fruncir el ceño cuando se lee o se escribe; mala postura del cuerpo o la cabeza; dolor de cabeza sobre o a los lados de los ojos, o salirse de los espacios al colorear un dibujo.
Otros síntomas son un déficit de atención y concentración, y de la comprensión lectora; lectura lenta y, en muchos casos, guiada por el dedo; distancia de actividad de cerca muy corta, e hiperactividad en lugares cerrados
Según destacó el Colegio, si se observa en el menor alguno de estos síntomas es necesario que se realice una visita inmediata al óptico-optometrista, ya que el mejor pronóstico es la detección y corrección temprana. Si no hay ningún defecto visual, basta con una visita anual.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Javi, serà que no veig be?

que noooo, que és broma!


Pirata